Una de las celebraciones más polémicas y más ridículas era la llamada “Cucaracha”, que Ronaldo puso de moda y al que acompañaban sus compatriotas brasileños y compañeros madridistas Roberto Carlos y Robinho. Muchos rivales y aficiones mostraron su malestar ante esta forma de celebrar los goles que fue tildada de payasada por Piterman y de falta de respeto por muchos otros.