Mira que son raros los japoneses a veces, pero raros raros. Un claro ejemplo es este curioso invento: unas orejas de peluche que se controlan con la mente.
Mira que son raros los japoneses a veces, pero raros raros. Un claro ejemplo es este curioso invento: unas orejas de peluche que se controlan con la mente.